¿Qué es arte y cómo se aplica dentro de un proceso terapéutico?

Por: Melissa García

«El arte es inherente al ser humano, un rasgo que nos diferencia, un modo de expresión que ha sido utilizado incluso antes de que aparezca el lenguaje verbal: se trasciende a sí mismo en su utilización con fines terapéuticos: es aquél proyectarse en una obra como mensaje enigmático en movimiento y de trabajar sobre esta obra para re-elaborarse a sí mismo.»
Arte y sentimientos

Esta es una pregunta que se formula y reformula a través de la historia, e incluso a través del mismo arte. Al adentrarse en esta reflexión parece que de lo simple se transita hacia lo complejo, y viceversa: un viaje de ida y vuelta que no termina, sino que se convierte en una reflexión recurrente, generando un camino cada vez más ancho y más extenso, que lo enriquece y hace sustancioso. Es muy curioso que cuando se habla de arte hasta en la definición más sencilla se esconde una gran profundidad mientras que por otra parte se podrían resumir libros enteros con un sólo enunciado: arte es vida.

Podríamos decir que el arte ha acompañado a la humanidad a través de los tiempos como forma de expresión y representación; por otro lado, el ser humano se ha hecho acompañar por esta producción tan peculiar de objetos sin fines prácticos, pero aquí entramos precisamente a la relación natural en la que participamos como productores de símbolos.

Sería este el tercer aspecto en cuestión, en el que no hablamos del arte como un ente ajeno sino como manifestación natural que se engloba dentro del existir humano, del ser humano como individuo, como agente social parte de un grupo, un espacio y un tiempo determinados. Esta producción natural de símbolos necesarios para la comunicación, la identidad y la trascendencia es lo que conocemos actualmente como arte.

Desde la prehistoria hasta las producciones contemporáneas, el arte manifiesta la relación del ser humano con su mundo mediante la expresión y creación. Cada época en base a sus propios sistemas y funciones, sin embar go el proceso mediante el cual se experimenta y se fluye dentro de cualquier forma artística –literatura, teatro, danza, música, cine, etc. – permanece intacto.

Arteterapia

El arte es por tanto inherente al ser humano, un rasgo que nos diferencia, un modo de expresión que ha sido utilizado incluso antes de que aparezca el lenguaje verbal, por lo que sus manifestaciones posibilitan en nosotros tener un medio de articular los sentimientos y conflictos internos de una manera indirecta, transformándolos de manera creativa, elaborando representaciones de los mismos según sea nuestra necesidad y a través de los distintos medios y materiales que más nos parezcan convenientes para dicha encomienda. La participación en manifestaciones artísticas permite explorar posibilidades de lo que su cede alrededor y dentro de nosotros mismos, conocernos e ir construyendo nuestra individualidad, en cierto punto podemos hablar del acceso a la personalidad a través del trabajo artístico, en el arte hay un trabajo sobre sí mismo. El acto artístico es un acto creador que se realiza mediante operaciones conscientes y procesos inconscientes, tiene como esencia el cambio, lo nuevo, la apertura frente al entorno y ante nuestro interior, la transformación y la capacidad para expresar contenidos fantasmáticos y emociones.

El arte como terapia

El recorrido que cada sujeto lleva a cabo durante la producción de una obra artística es la recreación simbólica de sí mismo, de sus vivencias (generalmente aquellas más dramáticas o relevantes) y de los conflictos que en su vida anímica pueda tener: es ahí donde el proceso creativo tiene fines terapéuticos, pues durante éste las inquietudes psicológicas son trabajadas y pasan por la triada del sentir, pensar y hacer.

La Arte-Terapia es una disciplina que utiliza las diferentes expresiones artísticas como medios de comunicación, para brindarle a las personas otros canales expresivos y creativos que fortalezcan su desarrollo personal y social, y sean un vehículo de exploración y catarsis emocional. Es la utilización de técnicas artísticas para el desarrollo personal, el auto-conocimiento, la mejora de la salud y la calidad de vida.

Como pauta primordial en la Arte-Terapia, en cuanto a su función de auto-conocimiento, el proceso de elaboración —y no el producto en sí mismo— es lo primordial. Por lo que las técnicas artísticas se utilizan, entonces, para el desarrollo del potencial propio y la creatividad, mediante el uso de diversos materiales sin la necesidad de experiencia previa en el campo del arte, la finalidad no es la especialización en alguna expresión artística en particular. Es entonces una terapia dirigida a todo público y no limitada sólo a personas con capacidades artísticas. Es una alternativa para aquellas personas, sin importar su rango de edad o género, que les cuesta trabajo expresarse, ya que mediante el proceso creativo pueden manifestar pensamientos y sentimientos y acceder a conflictos emocionales profundos a los cuales les sería complicado llegar a través de la palabra; en la actividad creadora, íntimamente vinculada con los afectas, no importa el nombrarlos sino el hacerlos.

El uso del arte como terapia actúa en dos niveles: el cognitivo, al hacer uso del lenguaje simbólico como medio de expresión y comunicación no verbal, aumentando la capacidad perceptiva enriquecida, estimula la imaginación y el potencial creativo y conecta la experiencia subjetiva con la realidad externa. Mientras que a nivel afectivo promueve la participación emocional y la empatía a través de mecanismos como la identificación y la proyección, se producen acciones catárticas y permite dar un nuevo sentido a las experiencias vitales; el arte se trasciende a sí mismo en su utilización con fines terapéuticos, el arte es aquel proyectarse en una obra como mensaje enigmático en movimiento y de trabajar sobre esta obra para re-elaborarse a sí mismo. El arte-terapeuta, principalmente, tiene una función de acompañamiento en la búsqueda y el recorrido simbólico que permite a un sujeto recrearse a sí mismo en otra ocasión.

La Arte-Terapia tiene aplicaciones tan diversas como cualquier otra terapia, como: rehabilitación, educación y salud mental. Resulta muy útil para las personas que quieran profundizar en el conocimiento de sí mismos y mejorar su calidad de vida haciendo; también en personas con problemas sensoriales, físicos, motores o de adaptación social, que sufran alguna discapacidad motora o intelectual o alguna enfermedad degenerativa como Parkinson o Alzheimer, así como también en quienes padecen trastornos de alimentación e imagen, problemas de aprendizaje, adicciones, estados de ansiedad o depresivos, enfermedades prolongadas que los lleven a largos internamientos hospitalarios, enfermedades terminales, e institucionalmente ha sido una opción terapéutica en víctimas de violencia física, psicológica y sexual, reclusos y refugiados.

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